Marzo 27, 2025
Para celebrar el Mes de la Historia de la Mujer y el tema de este año —¡Avanzando Juntas! Mujeres que Educan e Inspiran a Generaciones—, First 5 LA destaca a mujeres destacadas que lideran la educación de la primera infancia (ECE). En esta biografía y la sesión de preguntas y respuestas que sigue, la Dra. La Tanga comparte su trayectoria, las lecciones aprendidas y su visión de un futuro más inclusivo e inspirador para la próxima generación.
La Dra. La Tanga Hardy es profesora de Los Angeles Trade-Technical College, donde también dirige el Centro de Desarrollo Infantil. Es una educadora apasionada y defensora de la educación infantil temprana. Tiene una licenciatura en Desarrollo Infantil, una maestría en Ciencias de la Familia y del Consumidor, una maestría en Administración Educativa y un doctorado en Liderazgo Educativo de la Universidad Estatal de California, Northridge.
Su tesis, titulada “Saliendo de la neutralidad: cómo se aborda la antinegritud en la educación preescolar” refleja su compromiso de abordar cuestiones de equidad en la educación temprana. Actualmente, la investigación de la Dra. Hardy se centra en “Meterse en buenos problemas en la educación temprana” Explorando formas de ir más allá del enfoque de “talla única” y crear entornos de aprendizaje más inclusivos y equitativos para nuestros estudiantes más jóvenes.
Preguntas y Respuestas
¿Qué te inspira como educadora, mentora y líder?
Como educadora, mentora y líder, lo que más me inspira es la oportunidad de empoderar a otros para que alcancen su máximo potencial. Me motiva profundamente la idea de que la educación es transformadora, no solo para las personas, sino también para las comunidades. Quiero inspirar a quienes trabajo con ellos a creer en sí mismos, a desafiar sus propios límites y a desarrollar un sentido de propósito que los impulse a generar un cambio positivo.
La resiliencia y la fortaleza de mis estudiantes y colegas, especialmente de aquellos que enfrentan obstáculos en su trayectoria educativa, me impulsan a seguir adelante y a seguir abogando por la igualdad de oportunidades. Ser mujer en un puesto de liderazgo también me inspira a romper barreras y dar ejemplo, demostrando que el liderazgo no se limita al género, sino a la capacidad de inspirar y animar a los demás.
Como mujer afroamericana que se apoya en el legado de mis antepasados, me inspira el legado de resiliencia, fuerza y determinación que me ha forjado el camino. Siento una profunda responsabilidad de contribuir a la creación de una fuerza laboral preparada y más diversa, garantizando que las futuras generaciones tengan las herramientas y las oportunidades para prosperar en un mundo en constante cambio.
En última instancia, lo que me motiva es saber que el trabajo que hago puede tener un efecto dominó, fomentando el crecimiento y creando un entorno más inclusivo para las generaciones futuras.
A lo largo de su carrera formando a futuros educadores de la primera infancia, ¿cómo los inspira para que sean los mejores educadores que puedan ser?
A lo largo de mi trayectoria formando a futuros educadores de primera infancia, mi enfoque para inspirarlos a ser los mejores educadores posibles se centra en fomentar un profundo sentido de propósito, pasión y responsabilidad. Creo que cuando los educadores de primera infancia comprenden el profundo impacto que tienen en la vida de los niños, se sienten motivados a dar lo mejor de sí mismos cada día.
Aquí hay algunas formas en las que los inspiro:
- Predicando con el ejemplo: Me esfuerzo por modelar las cualidades que quiero ver en ellos: paciencia, empatía y un compromiso permanente con el aprendizaje. Me esfuerzo por crear un entorno donde se sientan respetados y valorados, mostrándoles cómo crear ese mismo ambiente de apoyo con los niños que algún día educarán.
- Fortaleciendo su voz: Los animo a encontrar su propio estilo y voz de enseñanza. Hago hincapié en que cada educador tiene fortalezas únicas y es importante aprovecharlas mientras evoluciona y se adapta continuamente a las necesidades de sus estudiantes.
- Fomento de la reflexión: Les pido que reflexionen regularmente sobre sus experiencias y decisiones. La reflexión les ayuda a reconocer su crecimiento y las áreas de mejora. También les ayuda a mantenerse conectados con el porqué de su pasión por la enseñanza.
- Enfatizando la importancia de las relaciones: Construir relaciones sólidas y de confianza con estudiantes, familias y colegas es fundamental para ser un educador temprano eficaz. Les enseño que la educación va más allá de lo académico: se trata de crear un sentido de pertenencia, seguridad y conexión para cada niño.
- Inculcando una mentalidad de crecimiento: Los reto a ver cada desafío o error como una oportunidad para crecer. El camino para convertirse en un educador excepcional está lleno de momentos de aprendizaje, y quiero que los aprovechen con confianza y curiosidad.
- Fomentando un compromiso de por vida con el aprendizaje: Les recuerdo que, como educadores de la primera infancia, deben buscar constantemente el conocimiento, mantenerse al día con las prácticas educativas y estar abiertos a nuevas ideas. El mundo está en constante cambio, y su capacidad de adaptación y aprendizaje les ayudará a mantenerse eficaces e inspirados.
En definitiva, mi objetivo es inspirarlos a abordar la enseñanza como un arte y una ciencia, algo que requiere tanto corazón como mente. Quiero que se sientan empoderados para marcar la diferencia, sabiendo que no solo son educadores, sino también los arquitectos de las generaciones futuras.
¿Qué rasgos cree usted que son los más esenciales que debe tener un educador temprano para inspirar a sus jóvenes estudiantes?
Para que un educador de primera infancia pueda inspirar verdaderamente a sus jóvenes estudiantes, hay varios rasgos clave que son esenciales:
- Paciencia: Los niños pequeños aún están aprendiendo a desenvolverse en el mundo que los rodea. Un educador paciente crea un ambiente tranquilo y acogedor donde los niños se sienten cómodos para explorar, cometer errores y aprender a su propio ritmo.
- Empatía: Comprender y responder a las emociones y necesidades de los niños es crucial. Un educador empático puede conectar con los estudiantes a un nivel más profundo, ayudándolos a sentirse valorados, comprendidos y apoyados.
- Creatividad: Los niños pequeños aprenden mejor a través del juego y las actividades imaginativas. Un educador creativo puede diseñar lecciones atractivas que capten la atención de los niños y hagan que el aprendizaje sea divertido y emocionante.
- Habilidades de comunicación: La comunicación eficaz es clave al trabajar con niños, especialmente al intentar explicarles conceptos de forma que puedan comprenderlos. También es importante para forjar relaciones sólidas con los padres y cuidadores.
- Flexibilidad: El ambiente del aula, especialmente con niños pequeños, puede cambiar rápidamente. Un buen educador debe ser adaptable y estar dispuesto a adaptar su enfoque para satisfacer las necesidades de cada niño y la situación actual.
- Actitud positiva: Los niños se ven influenciados por la actitud de quienes los rodean. Un enfoque positivo y entusiasta en la enseñanza puede inspirar el amor por el aprendizaje y animar a los niños a mantener la curiosidad y el entusiasmo por las nuevas experiencias.
- Gestión eficaz del aula: Si bien es importante crear un ambiente cálido y acogedor, también es esencial tener límites y rutinas claras. Un docente que pueda gestionar un aula eficazmente garantiza que los niños tengan la estructura que necesitan para prosperar.
- Pasión por la educación: Cuando un educador siente una auténtica pasión por la enseñanza, es contagiosa. Los niños pequeños captan esta energía y puede inspirar un amor por el aprendizaje que perdure toda la vida.
- Resiliencia: Trabajar con niños pequeños puede ser un reto. Un educador necesita resiliencia para superar los desafíos diarios, mantener la compostura y centrarse en el crecimiento y desarrollo integral de los estudiantes.
- Conciencia cultural: Una sólida comprensión de los diversos orígenes y experiencias de los estudiantes ayuda a un educador a crear un entorno inclusivo que celebra las diferencias y promueve el respeto y la comprensión entre los niños.
En conjunto, estos rasgos ayudan a crear un entorno donde los estudiantes jóvenes se sienten alentados, valorados e inspirados para aprender y crecer.
Usted desempeña un papel único al influir en las generaciones futuras. Si pudiera nombrar una cualidad que le gustaría que los niños pequeños de la educación temprana heredaran, ¿cuál sería y por qué?
Si tuviera que nombrar una cualidad que me gustaría que los niños pequeños heredaran en un entorno de educación temprana, sería la curiosidad.
La curiosidad es la base del aprendizaje permanente. Cuando los niños desarrollan un sentido natural de asombro y el deseo de hacer preguntas, comienzan a responsabilizarse de su aprendizaje. La curiosidad los anima a explorar, conectar y desarrollar habilidades de resolución de problemas que les serán útiles a lo largo de sus vidas. Les permite buscar respuestas, afrontar retos con creatividad y comprender que el aprendizaje es un proceso continuo, no solo algo que ocurre en el aula.
Pero es igualmente importante cultivar el amor por el aprendizaje. La escuela debe ser un lugar donde los niños sientan entusiasmo por asistir cada día, un lugar donde se sientan vistos, valorados y seguros. Cuando los niños sienten que pertenecen al entorno de aprendizaje, su curiosidad florece. Son más propensos a tomar riesgos, a involucrarse profundamente y a disfrutar del proceso de descubrir cosas nuevas. Un ambiente de clase amoroso y comprensivo ayuda a los niños a desarrollar confianza, sabiendo que pueden cometer errores, crecer y ser aceptados tal como son.
Al fomentar la curiosidad y el amor por el aprendizaje en un entorno enriquecedor, no solo les enseñamos habilidades académicas, sino que también les ayudamos a desarrollar una mentalidad abierta, inquisitiva y resiliente. Esta base alimentará su pasión por el aprendizaje y les permitirá mantener ese entusiasmo en el futuro.