Child Development 101: Early Brain Development (Desarrollo temprano del cerebro)
El cerebro humano, ese magnífico órgano que nos da el potencial para correr maratones, componer sinfonías y lanzar satélites, comienza a formarse unas tres semanas después de la concepción. Aunque gran parte de lo que ocurre durante el desarrollo temprano del cerebro está determinado genéticamente, alguna evidencia sugiere que las primeras experiencias de los niños pueden afectar el desarrollo de su cerebro.
Según Christine Dobson, directora de programas e investigación de ChildTrauma Academy, una organización con sede en Houston dedicada a mejorar la vida de los niños maltratados, "Es en el contexto de un entorno seguro y protector donde se produce un desarrollo saludable".
Aunque el tronco encefálico es la primera parte del cerebro en desarrollarse, las partes superiores evolucionan simultáneamente pero a ritmos diferentes. La corteza cerebral, la parte del cerebro que controla el pensamiento, el sentimiento, el lenguaje y los sentidos, es la última en madurar y comienza a funcionar poco antes de que nazca un bebé.
Para ilustrarlo, tomemos a Elisa, una niña sana. Como recién nacida, el cerebro de Elisa es un 25 por ciento del tamaño de un cerebro adulto. Durante lo que los científicos llaman el "período exuberante", las células cerebrales de la corteza cerebral de Elisa están formando las conexiones necesarias para los primeros hitos, como la visión del color, los vínculos emocionales y las acciones voluntarias como el agarre. A los 2 años, su cerebro ha producido más de cien billones de estas conexiones, también conocidas como sinapsis.
Idealmente, los niños que nacen en entornos de apoyo tendrán cuidadores que interactúan regularmente con ellos a medida que el cerebro continúa formando sinapsis. Esta interacción permite que el cerebro de un niño pequeño se desarrolle en las áreas necesarias para adquirir el lenguaje y vincularse emocionalmente.
"Dentro del cerebro, el apego y la recompensa están interrelacionados", dijo Dobson. “Cuando un cuidador responde a las necesidades de un bebé que llora, el cerebro establece una conexión entre el alivio de la angustia y la interacción humana receptiva. Esto crea una plantilla de seres humanos como afectuosos y seguros que los niños llevarán a sus relaciones futuras ".
Cuando tiene 5 años, el cerebro de Elisa le permite expresar opiniones, formar amistades y andar en bicicleta. Su cerebro continuará desarrollándose hasta la adultez temprana, momento en el que maratonista, compositora e ingeniera son solo algunas de las opciones que estará equipada para considerar.
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