No se permiten matones: criar a un niño compasivo y seguro
La intimidación duele. También es un síntoma y producto del estrés: los niños estresados tienden a convertirse en acosadores, y los niños que son acosados pueden volverse temerosos, ansiosos y estresados. Y a lo largo de la vida, los estudios muestran que los acosadores son más propensos al abuso de alcohol y sustancias, a ser violentos o abusivos y a infringir la ley. Las víctimas de los acosadores tienen un riesgo mucho mayor que otras personas de sufrir ansiedad, depresión e incluso suicidio en el futuro. ¿Cómo se puede evitar que los niños se conviertan en agresores o sean acosados?
Criar a un niño para que sea compasivo y confiado es un buen comienzo. A partir de los dos años, los niños comienzan a ofrecer consuelo a otras personas que pueden estar tristes. A lo largo del preescolar, aumenta su comprensión de los sentimientos de los demás, el sentido de la justicia y el bien y el mal, y su capacidad para mostrar bondad y consideración. Fomente la compasión de su hijo discutiendo la importancia de la bondad y la tolerancia, modelando, mostrando y elogiando la bondad y el comportamiento respetuoso con los demás, y enseñándole que las palabras y las acciones son importantes, desde decir cosas agradables hasta ayudar a los necesitados.
Ayudar a un niño a tener confianza y a ser más capaz de manejar a un posible acosador comienza con la construcción de la autoestima y el empoderamiento. Fomente el aprendizaje y los logros de su hijo y felicítelo. Enséñele a su hijo a pararse erguido y mirar a las personas a los ojos. Cree oportunidades para que su hijo tenga éxito social, desde tener citas de juego con amigos en edad preescolar hasta pasar tiempo con la familia, los amigos y los niños fuera de la escuela que le gustan a su hijo. Si su hijo tiene problemas con otro niño, haga un juego de roles para manejar la situación y comunicarse con los maestros.
Discriminación y estrés: Un estudio reciente de la Asociación Estadounidense de Psicología encontró que la discriminación por motivos de raza, etnia, orientación sexual, género, discapacidad o edad es un factor importante que contribuye a los niveles de estrés y los problemas de salud. Luchar por la igualdad y hacer frente a la discriminación, una forma de intimidación, es una forma importante de modelar el respeto propio y el empoderamiento de los niños.