Hablando con los niños sobre tragedias y disturbios civiles
Cuando ocurren eventos terribles y trágicos, como incendios forestales, tiroteos masivos o disturbios civiles, podemos sentirnos impotentes, confundidos, tristes y enojados al mismo tiempo.
Para los padres puede ser el doble de difícil. Ambos deben asimilar lo que está sucediendo y ayudar a sus pequeños a resolver lo que puede ser una avalancha de información. Puede resultar difícil saber qué hacer o decir.
Aquí hay algunas ideas que los padres han compartido para ayudarse a sí mismos y a sus hijos al explicar tiempos difíciles:
Apague la televisión y otros medios. Si bien puede ser tentador querer conocer las actualizaciones minuto a minuto sobre sucesos trágicos, un flujo constante y repetitivo de imágenes, palabras y sonidos perturbadores puede ser confuso y aumentar la ansiedad de su hijo (y la suya). Limite la exposición de su familia a las noticias y las redes sociales.
Escucha, luego habla. Escuche las preguntas o preocupaciones de sus hijos, luego responda a esas preocupaciones de una manera apropiada para su edad. Evite desatar su propia ansiedad o enojo cuando su hijo esté cerca. Si bien es importante hacerle saber a su hijo que usted también siente cosas, concentrarse primero en sus preocupaciones puede ayudarlo a sentirse seguro.
Brindar perspectiva, comodidad y tranquilidad. Cuando suceden cosas terribles, es importante que los niños sepan que los adultos están trabajando para ayudar a mantenerlos seguros. Hágale saber a su hijo que los eventos trágicos son raros y que, si bien una pequeña cantidad de personas puede hacer cosas muy malas, la mayoría de las personas no. Busque historias sobre la valentía, la compasión o la bondad de otras personas para compartirlas con sus hijos.
Reconocer sentimientos. Un evento trágico trae a colación muchos sentimientos diferentes tanto para niños como para adultos, y todos son válidos. Es importante reconocer que todos los sentimientos de su hijo están bien.
Se paciente. El estrés de los eventos trágicos es profundo y puede resultar en pesadillas, sentimientos de ansiedad continuos y tristeza tanto para los adultos como para los niños. Puede ser útil recordar que todo el mundo puede estar pasando por un momento difícil y es posible que necesite un poco más de paciencia o amabilidad.