El análisis de UCLA ofrece una amplia guía sobre el mandato estatal de analizar el agua potable para detectar plomo
Los esfuerzos para garantizar el agua potable segura para los niños necesitan más apoyo para llegar a la audiencia prevista, según un análisis del mandato de California que requiere que las instalaciones de cuidado infantil analicen el agua en busca de plomo, conocido como AB 2370.
El hallazgo del Centro de innovación UCLA Luskin es parte de una nuevo reporte y resumen de políticas que examinan estrategias para desarrollar e implementar el programa estatal de pruebas y remediación para esos sitios. Entre sus recomendaciones, el informe destaca la necesidad de un flujo de fondos específico para garantizar el éxito del programa.
“Hemos aprendido de un programa similar en las escuelas de California que si no existe un monitoreo y financiamiento sólidos, gran parte de las pruebas y la remediación necesarias no se implementarán”, dijo Gregory Pierce, director asociado del centro y autor principal de el estudio.
Para tener éxito, predice Pierce, el programa requerirá de cinco a diez veces más fondos que los $ 10 millones presupuestados actualmente por el estado.
La exposición al plomo representa una grave amenaza para los niños pequeños y sus familias. Incluso la exposición de bajo nivel se ha relacionado con la pérdida del coeficiente intelectual, problemas de audición y problemas de aprendizaje. Reconociendo esta amenaza, California aprobó el Proyecto de Ley de la Asamblea 2370 en 2018, que exige la prueba de plomo en el agua potable en instalaciones de cuidado infantil con licencia construidas antes de 2010. Estos sitios deben completar las pruebas antes de 2023 y, si se encuentran niveles elevados, solucionar el problema encontrar fuentes alternativas de agua.
AB 2370 representa un paso significativo hacia una mayor protección de la salud de los niños, dicen los investigadores, pero implementar la ley sigue siendo una gran hazaña. Miles de guarderías deben probar y limpiar sus sistemas de plomería, y muchas de estas instalaciones están experimentando escasez de fondos y personal, especialmente durante la pandemia de coronavirus.
Para determinar cómo implementar mejor el programa, los investigadores sintetizaron los comentarios de una variedad de partes interesadas, incluidos proveedores de cuidado infantil, defensores de la justicia ambiental y empresas de agua. Encontraron varias deficiencias actuales, incluido el hecho de que muchos proveedores de cuidado infantil no han recibido instrucciones para analizar su agua y que los mensajes del programa solo están disponibles en inglés y español.
El estudio recomienda que las partes interesadas en todos los niveles tengan voz para ayudar a diseñar el programa para corregir problemas. Un proceso de codiseño que incluye a los padres, guarderías, servicios públicos y agencias estatales dará como resultado tasas de cumplimiento más altas y confirmará que todos los centros tienen sus instalaciones probadas de manera oportuna, dicen los investigadores.
También es importante que el programa no aumente la desconfianza hacia el agua del grifo en entornos donde tal preocupación es inmerecida, según el informe. Por ejemplo, después de enterarse del programa de prueba de plomo, algunas guarderías y los padres comenzaron a usar bebidas embotelladas, a pesar de que el agua que bebían estaba limpia. El agua embotellada puede ser cara y tiene un impacto medioambiental negativo.
En general, los investigadores ven el programa como un paso importante para garantizar el derecho humano al agua potable para todos los californianos. Un proceso de implementación más simplificado y respaldado, dicen, ayudaría a los funcionarios a ofrecer mejores resultados sobre el terreno en todo el estado.
El estudio fue financiado por Primero 5 LA, una agencia pública independiente que trabaja para fortalecer los sistemas, los padres y las comunidades para que para el 2028, todos los niños del condado de Los Ángeles ingresen al jardín de infantes listos para tener éxito en la escuela y en la vida.