Apoyando la equidad racial: compruebe su propio sesgo
Ahora más que nunca, los estadounidenses están lidiando con nuestros propios prejuicios. Una encuesta de junio de 2020 de la Universidad de Monmouth informó que más de las tres cuartas partes del país siente que la discriminación es "un gran problema" y muchos están reflexionando sobre las ocasiones en que experimentaron prejuicios o han tenido prejuicios contra otros. Sin embargo, confrontar nuestras ideas preconcebidas no es sencillo ni fácil. A menudo, clasificamos a otros en categorías automáticas sin siquiera saber que se debe a un "sesgo implícito". Enterrados profundamente en nuestro subconsciente, los prejuicios implícitos se forman a lo largo de nuestras vidas y afectan la forma en que piensas y actúas hacia diferentes grupos sin darnos cuenta.
El sesgo implícito comienza temprano. Varios estudios han demostrado que los niños adquieren ideas con prejuicios raciales desde los tres años. Estos prejuicios se pueden aprender en cualquier lugar: escuchando a sus padres hablar de política, interacciones en el patio de recreo, incluso de los personajes de sus libros y programas de televisión favoritos. Una vez adquiridas, estas actitudes negativas hacia otros grupos son difíciles de cambiar y pueden tener efectos duraderos. Incluso las personas comprometidas conscientemente con el trato equitativo de los demás no son inmunes. Un estudio de 2010 en el American Educational Research Journal mostró que un grupo de maestros de escuela primaria estaba tan inconscientemente sesgado en sus expectativas y atención a ciertos niños que los niños blancos y los niños de color efectivamente reciben educación diferente en el mismo salón de clases.
La creciente evidencia sugiere que los prejuicios implícitos están relacionados con la discriminación en la sociedad, incluidas las solicitudes de vivienda, la contratación y los ascensos en el trabajo y las interacciones con las fuerzas del orden. Entonces, ¿cómo los abordamos?
Reconocer nuestros propios prejuicios es el primer paso. La Universidad de Harvard ha desarrollado una serie de interesantes cuestionarios en línea para comprobar sus propios prejuicios implícitos en torno a la raza, la orientación sexual y otras materias en Proyecto de investigación implícita. Si las personas son conscientes de sus prejuicios, pueden prestar atención y modificar su comportamiento y lenguaje. A través del cambio gradual, las asociaciones implícitas que hemos formado pueden desaprenderse.